Gestión del tiempo. ¿Para qué?

Se han escrito muchos libros y artículos sobre cómo gestionar mejor el tiempo y aumentar la productividad. Cada vez somos más productivos gracias al uso de nuevas tecnologías y métodos de trabajo. ¿Pero a donde va todo ese tiempo que presuntamente ganamos? Estamos inmersos en una carrera de locos por sacar tiempo de donde sea para invertirlo en hacer más. Intentamos llenar nuestra saca de cosas y de actividades para tapar no se que vacío.

Y es que el tiempo es el mismo para todos, ricos y pobres, el meollo del asunto está en cómo lo usas, como lo percibes, como te sientes a su paso y que satisfacción te produce. Vivimos en un mundo en el que cada vez hay más prisa, más velocidad, parece que el tiempo corre más. Fíjate en los animales, ellos no tienen prisa, ¿acaso habéis visto a algún pájaro estresarse porque llega tarde a algún sitio? ¿A un perro deprimirse porque ya es domingo por la tarde?

Somos el único animal que tiene conciencia del tiempo y de que nuestra existencia tiene un final. Este conocimiento ¿nos beneficia o nos perjudica? En principio debería beneficiarnos. El ser conscientes de ello tendría que significar valorar más el tiempo del que disponemos, de sacarle todo el jugo a la vida ya que si fuéramos seres inmortales al final todo sería plano, relativo, sin alicientes. No obstante la realidad es que los seres humanos padecemos un gran miedo, miedo a que se nos acabe el tiempo sin haber hecho y vivido todo lo queríamos hacer y experimentar.

Uno de los males que nos afectan es que añoramos lo que hemos perdido, anhelamos lo que todavía no poseemos y no valoramos lo que ya tenemos. Algo parecido pasa con el tiempo. Por increíble que parezca el tiempo pasado ya no existe, se esfumó. Pero cuantas horas del día vivimos todavía inmersos en el pasado. También nos suele preocupar sobre lo que acontecerá el futuro que es un estado de tiempo que tampoco existe ya que todavía no ha sucedido. Resulta que vivimos angustiados por dos momentos del tiempo irreales puesto que no podemos estar en el pasado ni tampoco en el futuro, son simplemente dos estados mentales, el recuerdo por un lado y lo que creemos que pasará por otro.

Solo podemos estar en el presente y por más alucinante que parezca, según los científicos, este concepto tampoco es real. Si, lo que oyes, el presente tampoco existe en términos físicos y es que es un momento tan infinitesimal que tiende a cero. Es tan pequeño que se escapa a cualquier tipo de medición por preciso que sea. Entonces ¿Qué es el tiempo si el pasado ya no existe, el futuro todavía no y el presente es tan efímero que no se puede medir? Si obviamos la teoría física podemos llegar a la conclusión de que el tiempo es un estado de conciencia, un flujo por el que transita la vida. Si el tiempo fluye ¿por qué nos empeñamos en empujar o intentar pararlo? Ya lo dijo terapeuta gestáltica Barry Stevens “no empujes al río porque fluye solo”.

Lo que has hecho en el pasado ya no lo puedes cambiar, no puedes ir atrás en el tiempo. Pero el futuro está todavía por construir y el protagonista eres tú, de ti depende de cómo se escriba. Si crees que el futuro es ilusionante y lleno de oportunidades seguramente lo estará, si crees que estará lleno de problemas angustiosos, probablemente lo estará. Como dijo Henry Ford, el fundador de Ford Motor Company “tanto si crees que puedes como si crees que no, tienes razón”.

Estés en el ciclo de vida que estés ya tienes un pasado. Llegados a este punto me atrevo a hacerte una pregunta ¿estás satisfecho con lo que has hecho hasta ahora? Si la respuesta es que no del todo, no pasa nada, el pasado ya no existe, es solo un recuerdo. En ese caso ¿a qué esperas para vivir el presente de forma que después se convierta en un satisfactorio recuerdo? Y una última pregunta ¿Qué vas a hacer con tu tiempo? Piensa si lo que vas a hacer será importante dentro de unos años porque quizás entonces pienses que deberías haber dedicado más tiempo a cosas que de verdad importan.

Finalizo el artículo con unas citas que hablan sobre lo que he intentado reflejar.

“No paséis el tiempo soñando con el pasado y con el porvenir; estad listos para vivir el momento presente”.

Mahoma

“Nunca debe el hombre lamentarse de los tiempos en que vive, pues esto no le servirá de nada. En cambio, en su poder está siempre mejorarlos”.

Thomas Carlyle- Historiador, pensador y ensayista inglés (1795-1881)

El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.

Víctor Hugo. Novelista francés (1802-1885)